jueves, 7 de julio de 2011

Aceptación de sensaciones



Las instrucciones incluyen fundamentalmente un énfasis en la pasividad y en no hacer movimientos ni evitaciones de las sensaciones que llegan a la conciencia. Las instrucciones concretas que se dan son las siguientes: Esto se practica en pareja, que no quiere decir matrimonio, novios, puede ser amigas/os, etc.

Posición: tumbado con las rodillas dobladas y con los pies apoyados en el suelo. Las rodillas pueden ponerse juntas si se está más cómodo o separadas si se prefiere.

Se trata de centrarse en la sensación más desagradable que tengamos y entrar en contacto con ella. Permanece en contacto como si fueras un foco de luz que no empuja ni fuerza nada y que tampoco deja nada como está. Se trata de hacernos amigos de nuestras sensaciones, de ver cómo son y cómo evolucionan por sí solas sin intervenir nosotros. Dejando que la sensación evolucione como quiera, si algo nos duele dejamos que el dolor se desarrolle, crezca o disminuya sin intervenir.

Al ser una sensación desagradable tendemos de manera automática a intentar que disminuya y desaparezca, ahora hay que dejarla que crezca, si ésa es su evolución natural. Contactar ligeramente, que sean las sensaciones las que guíen nuestra conciencia; no intentemos sentir lo que queremos sino lo que el cuerpo nos dice. Vamos a observar la sensación, ver sus características, qué parte del cuerpo está involucrada, si es aguda, sorda, si siempre es igual o va cambiando con el tiempo, etc. Lo más importante es observar sin intervenir. Si alguna otra sensación se hace más fuerte que la que hemos contactado nos vamos a ella. Vamos a dejar que todas las sensaciones desagradables lleguen a nuestra conciencia.

Evitar los movimientos conscientes puesto que generalmente intentan hacer desaparecer las sensaciones desagradables. Vamos a trabajar desde la pasividad. Si algún movimiento involuntario surge dejarlo que ocurra también pasivamente.

La pareja debe estar muy atenta a su propio cuerpo relajando las tensiones que aparezcan y atenta también a lo que le pasa al compañero, debe estar presente pero sin intervenir en el proceso. De vez en cuando el que está trabajando le informará de lo que siente, de cómo va y lo que está pasando con la sensación que está. El que ayuda debe animarlo a seguir con las sensaciones, a mantenerlas sin intentar eliminarlas.

Si alguno no encuentra ninguna sensación desagradable, que empiece a sentir las sensaciones que tiene en la cabeza y luego en el cuello y recorra todo el cuerpo dejando que las sensaciones llenen su conciencia sin intervenir.

Aplicaciones de la aceptación pasiva de las sensaciones:
Existen algunos que es fundamental esta aceptación de las sensaciones corporales. El más claro es el de los hipocondríacos que interpretan como amenazante alguna de las sensaciones corporales que sienten e intentan evitarlas. Una labor de la terapia es la exposición a la sensación de manera que la acepte sin que dé respuesta de huida ante ella.

El objetivo de este trabajo en la terapia es la aceptación pasiva de las sensaciones corporales. La propuesta que se presenta aquí se ha realizado con hipocondríacos con resultados clínicos muy positivos. En realidad se realiza una inundación a las sensaciones corporales que son interpretadas por los pacientes como desencadenante de un ataque al corazón, infarto, pérdidas de control, etc. Se mantiene la sensación hasta que se va diluyendo.


Es una técnica de inundación a la sensación más desagradable que se tiene y que con sólo mencionarla suele aparecer la que se está evitando, la que se interpreta como infarto, dolor, etc. El estímulo que se mantiene es la propia sensación y se da la consigna de eliminar todas las conductas de evitación, en concreto movimientos, manteniéndose en completa quietud y la atención en la sensación. Al sugerir que se dé solamente la respuesta de relajación, si se es capaz de darla, se elimina cualquier respuesta de evitación y se favorece el mecanismo que lleva a la extinción o inhibición de la sensación.

Se ha enseñado a la persona a ser más estoica. En vez de hacer una conducta manifiesta y de evitación de sensaciones amenazantes o desagradables se le enseña a dar una respuesta pasiva, de aceptación y de relajación, que es más adecuada en muchos casos.
También puede ser una buena ayuda que se realice, puesto que en muchos casos la evitación está asociada a sensaciones desagradables. Si el sujeto acepta sus sensaciones será más fácil o corta la exposición.

lunes, 4 de julio de 2011

Intencionalidad del psicólogo

Ser psicólogo no solo consiste en poseer determinado tipo de informaciones, con las diferentes tecnicas, de acuerdo a la corriente psicologica del mismo, sino también en algo mucho más profundo, como ser una persona con caracteristicas cognoscitivas,afectivas y sociales que lo promuevan hacia una intención personalizada, haciendolo capaz de interactuar con sus pacientes, de manera que estos puedan confiar plenamente y no sufrir ningún tipo de desconfianza.


La intencionalidad (Actitud puesta en marcha de manera consciente) Para lograr la relación terapéutica debe ser el desarrollo de la espontaneidad, el cambio, la apertura, la creatividad, la seguridad en uno mismo, la autonomía, tendiendo a estimular al paciente para lograr la gratificación que el desea. Tres modelos de intencionalidad: Señalo tres escalas, no correlativas, de intencionalidad; La promoción de la autonomia, la promoción de la armonía y la promoción de la perfección de la naturalez humana.


La promocion de la autonomia:Tiene como objetivo o meta la autoreealización de la propia persona,siguiendo sus necesidades, quien decide lo que debe hacerse a través de la relación.


Promoción de la armonía: Pretende no tanto que la persona se mire en el medio exterior, sino que se acomode desde él como ser. Por lo tanto el objeto o meta es la persona bien integrada con su ser. Así, es el propio sujeto quien decide lo que debe hacerse en su evolución, buscando aquello que sea útil, valido como ser.


Promoción de la perfección de la naturaleza humana: Ayuda al paciente a que no se acomode a las conductas o intereses de una determinada postura de la sociedad, sino que conduzca su vida de acuerdo con los valores que considera verdaderos en si mismo. El objetivo que persigue es la persona, y en su relación terapéutica buscar el proceso que le permita retomar la dirección correcta hacia su ser interno.


El terapeuta puede elegir cualquiera de estos modelos para trabajar, teniendo en cuenta que cada caso debe tratarse de forma personalizada y única, adecuando su intencionalidad como psicólogo a cada paciente, ayudando en el logro de los objetivos basados en sus necesidades, que sea respetado su condición y posibilidades emocionales,mentales y psíquicas.


Intencionalidad y principios éticos: Existe una importante relación entre la intencionalidad del psicólogo y los principios éticos; Autonomía,Beneficencia y justicia.


Dentro de la intención del psicólogo debe llevar implícito el deber de hacer bien o el de no perjudicar(Beneficencia)Debería ser una actitud intencional basada en el derecho a ser respetado en las decisiones que la persona toma sobre si misma sin perjudicar a otros(Autonomía).
Actuar mediante principio moral que obliga a la igual consideración y respeto por todos los seres humanos, evitando todo tipo de discriminación y promoviendo el principio de justicia.
En estrecha relación con la intencionalidad del psicólogo, se encuentran las tres reglas éticas fundamentales: confidencialidad,veracidad y fidelidad.


La relación de ayuda, en donde se da la confesión, el respeto, la seguridad, intimidad, privacidad; implica la norma ética de confidencialidad, es decir, la protección de toda información considerada secreta.

sábado, 2 de julio de 2011

La mentira

¿Que es la mentira? La mentira es una forma de eludir la realidad y por tanto la responsabilidad que tendría el afrontar la verdad de alguna cosa. Muchos trastornos psicológicos llevan asociada la mentira como forma de evitación de circunstancias. Sin embargo a la larga si llega a convertirse en hábito, puede suponer un trastorno psicológico considerable.

¿A quien hace daño la mentira? La mentira puede hacer daño al destinatario pero en última instancia a quien más perjudica es al mentiroso, ya que le convierte en una persona poco fiable, indigna de confianza y carente de crédito.

Parece que desde que nacemos y nos comenzamos a relacionar con los demás comenzamos a ser conscientes de las repercusiones que tiene en los demás nuestra conducta. Y hay dos formas de afrontar esa conducta de relacionarnos con los demás:

Afrontando estos comportamientos tanto agradable como desagradable. Ejemplo, reconocer que hemos cometido un error que nos hemos equivocado. Dar la cara supone generalmente la mejor opción, ya que aún suponiendo que nos vayan a castigar, demostramos que somos responsables de nuestros actos y por tanto los demás nos tomaran en serio.

Evitando o huyendo de dicho acontecimiento. Siempre cuado huimos de nuestros actos, estos nos persiguen de uno u otro modo. Saber que no hicimos lo correcto, nos evadimos sin hacernos cargo.

Cuatro Tipos de mentiras:
La hecha en forma esporádica, todos alguna vez mentimos ¿Hay mentiras piadosas? Esa es la pregunta que todos nos hacemos, y quien justifica la mentira hace suya la frase de que "el fin justifica los medios"

La evolutiva, que comienza en la niñez y es reforzada por los padres/madres con las mentiras de la infancia, ejemplo; viene el señor malo y te lleva.

La que se dice como producto de un padecimiento sintomático para obtener atención gracias a la creación de un falso personaje que nos da brillo y es para mejorar nuestra propia autoestima, inventando logros y consecuciones personales

La efectuada como conducta repetitiva. Esta es la mitomanía, en la que se vive para y por la mentira. Es la complicada y la quien lleva a la mentira compulsiva.

¿Por qué mentimos?
Determinadas personas, en algún momento, aprenden a eludir sus responsabilidades mintiendo. Si lo realizan durante mucho tiempo, la mentira termina convirtiéndose en hábito, apareciendo de este modo un trastorno psicológico serio que le impide controlar su comportamiento, donde la mentira acaba dominando al individuo.

La mentira se da también porque el sujeto obtiene cierto placer, se siente más listo que los demás. El hecho de correr cierto riesgo favorece la aparición de una elevación de adrenalina y cierto placer asociado al riesgo. Recibe el beneficio secundario que supone el no afrontar el acto realizado. Sin embargo cada mentira, además puede llevar asociada que la persona se vea obligada a unirla con otras nuevas.

Otra causa está relacionada con la autoestima. Llevados por la inseguridad y desconfianza en nuestra capacidad de ser aceptados tal como somos, podemos caer en la tentación de adornar aquí y allá nuestra historia y nuestras habilidades de forma que causemos una impresión favorable en las demás personas. Esta es quizás el origen de la mentira que más se está generalizando en nuestro tiempo en la que la imagen superficial y la búsqueda de estereotipos y clichés socialmente aceptados se están imponiendo.

Mentir es un recurso fácil de valer sin tener que pasar por esfuerzos ni penurias, aunque el precio que se corre es la posibilidad de ser descubierto. En esto sucede algo similar a la persona que lanza rumores falsos para disminuir a las personas que envidia: puede ser descubierto y la conducta desvelada, ir en su contra desprestigiándolo ante a los que quería influir.La mentira que busca impresionar para mejorar, se puede transformar en un trastorno de la personalidad que podríamos llamar pseudología fantástica que es una compulsión a imaginar una vida, unos acontecimientos y una historia en base a causar una impresión de admiración en los espectadores o en las personas que nos escuchan.


Este afán por impresionar esta basado en la imperiosa necesidad de resultar valiosos e geniales por medios tramposos ya que por los medios naturales y habituales de la simpatía y de la espontaneidad se duda de poder conseguirlos.